Con la compra de Yoigo, cerrada el pasado 22 de junio, MásMóvil celebra su incursión en el más alto nivel del mercado de la telefonía móvil en España. Ahora que el operador amarillo compite con los líderes, debe marcarse una serie de objetivos que pasan por aprovechar sus puntos fuertes y reforzarse en varios aspectos importantes.

Tal como analizábamos ayer en otra noticia, el móvil es el arma con el que el grupo MásMóvil mejor puede competir con Movistar, Orange y Vodafone. Gracias a la compra de Yoigo, cuarto operador móvil español, sus clientes de móvil han aumentado en 3,3 millones, hasta llegar a los 4,3 millones sumando los que ya tenían MásMóvil y Pepephone. El siguiente competidor en número de líneas de móvil es Vodafone, que cuenta, según datos de la CNMC , con un contingente de 11 millones, casi 4 millones menos que el líder: Movistar. 

Además de mejorar el número de clientes, el principal avance del grupo MásMóvil desde la adquisición de Yoigo es que deja de ser un operador móvil virtual, ya que dispone de la red móvil propia que tenía el cuarto proveedor de móvil. Esta red incluye 4G para el 85% de la población, según la compañía, y está especialmente desarrollada en los grandes núcleos urbanos. Se trata de una enorme ventaja en cuanto a que evita tener que alquilar la red a los otros tres operadores con red móvil propia, que son precisamente Movistar, Vodafone y Orange. 

Sin embargo, la red de Yoigo presenta algunas carencias. Es la menos extendida de las 4 que existen en España, con cobertura de llamadas para algo más del 80% de la población, frente al 99% que ofrece el triunvirato de competidores. En las zonas en las que no alcanza su red, Yoigo utiliza la de Movistar, para lo cual tiene firmado un acuerdo hasta el final de 2016. Otro problema de la red de Yoigo son las frecuencias en las que está desplegada su red, ya que al no estar presente en el espectro de 800 MHz tiene poca cobertura en el interior de edificios. 

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MásMóvil ha anunciado que priorizará el uso de la red de Yoigo, pero aún no puede sacar verdadero provecho de ella no sólo por sus defectos, sino debido a los contratos para utilizar otras redes. Además del de Yoigo, Pepephone tiene uno con Movistar hasta el final de 2017 y MásMóvil con Orange hasta el 31 de diciembre de este año. Para evitar tener que pagar indemnizaciones, los operadores del grupo seguirán utilizando las tres redes (Yoigo, Movistar y Orange) hasta que finalicen los contratos. 

Pese a todo, a la larga las oportunidades para MásMóvil son grandes. En cuanto a sus tarifas, tener tres marcas (Yoigo, MásMóvil y Pepephone) permite al grupo disponer de un amplio abanico de ofertas, suficiente para captar a muy distintos perfiles de cliente.

Por un lado, Pepephone está centrado en las ofertas low cost, mientras que por otro, MásMóvil y Yoigo incluyen tarifas con altas prestaciones, y todos ellos disponen de 4G para navegar. 

Los siguientes pasos a seguir por el grupo amarillo son principalmente dos. El primero de ellos es intentar negociar un acuerdo más beneficioso para apoyarse en una sola red una vez que hayan finalizado los que aún tiene en vigor. El segundo paso, en paralelo al primero, es invertir en mejorar la red de Yoigo, extendiendo su cobertura en los lugares en los que actualmente utiliza la red de Movistar, ya que actualmente cerca de la mitad de su tráfico pasa por esta red. Es un proceso técnicamente complejo y costoso que tardará en completarse, pero que a la larga redundará en ahorro al no tener que pagar por usar redes de otros operadores. Además, MásMóvil debe pujar en las próximas subastas públicas por las licencias de 4G para las bandas de 800 y 900 MHz, y así tener cobertura en los edificios.